Cuando presentó los resultados netos de Caja Madrid para el año 2009, con una caída del 68% respecto a los de 2008, Miguel Blesa quiso dar a entender que ello se debía a que había sido muy conservador, disponiendo que se dotaran unas provisiones mayores a las necesaria para dejarle un buen colchón a su sucesor.
Las cifras publicadas no parecen confirmarlo dado que la tasa de cobertura de morosidad del 43,4% que muestra Caja Madrid al cierre del 2009, tras la dotación de dichas provisiones, es peor que la del año anterior y se sitúa bastante por debajo del 62% de La Caixa, por citar un comparable directo.
La tasa de morosidad de Caja Madrid del 5,4% se sitúa por encima del 5,1% de la media de las cajas y del 3,42% de La Caixa.
Nos preguntamos cómo habría quedado la cosa si Blesa no hubiera pecado de conservador.