El Presidente de la AEB cree que la reforma del Sector Financiero español se realiza con retraso

La clave está en la anticipación, según nos ha contado Miguel Martín esta mañana en el encuentro de 'La Reforma del Sistema Financiero Español' organizado por KPMG, Expansión y a&g y, sin embargo, la reforma se acomete con retraso y eso está perjudicando a las entidades.

Aunque el sistema bancario español llegó a la crisis como uno de los más sólidos a nivel mundial, la tardanza en poner en marcha su reforma y la enorme publicidad generada en los medios, le está perjudicando.

Para Martín, la principal lección de las anteriores crisis es que hay que anticiparse y resolverla antes de que se produzca, buscando la apertura y liberalización del sistema.

También nos han enseñado las crisis anteriores, según el Presidente de la AEB, que toda política de estabilización financiera debe basarse tres pilares: i) prevención establecida sobre una buena regulación y supervisión ii) anticipación via intervención temprana en situaciones adversas y iii) Gestión con seguridad jurídica, transparencia y buena coordinación con las autoridades.

Recuerda que la crisis del 77 al 83 en España se llevó por delante a 51 bancos que representaban el 21.4% de los recursos propios de todo el sector y el 19% de los recursos de clientes, pero señaló que el sistema financiero español está en la actualidad muchísimo mejor preparado y más sano que entonces.

El dilema, para Martín, es cómo el rescate de las entidades con problemas, puede afectar la posición competitiva de las que no han recibido ayudas y señala que para que sean efectivas y justas, las medidas de salvamento requieren una disciplina que incluye el cambio de propiedad y gestión de la entidad, saneamiento del balance, reinserción en el sector privado dentro de un grupo mayor y garantía de viabilidad u optar por la liquidación.

Esto genera un conflicto de objetivos ya que si la estabilidad financiera nos recomendaría salvar al máximo posible de entidades, la disciplina de mercado, la equidad competitiva y la minimización de costes, invitan a lo contrario.

Al igual que antes hiciera el Gobernador del Banco de España, Martín ha reiterado la fiabilidad de los balances de las cajas y bancos españoles, ya que no está sujeta a la subjetividad de distintos auditores externos, sino a la supervisión del banco central que utiliza un criterio único.

Defiende Martín que la reforma del sector debe dirigirse a reforzar el sistema en su conjunto y no hacia el salvamento individualizado de una entidad.

Si el origen de la crisis se encuentra, para Martín, en unas estrategias de expansión demasiado agresivas que desconsideraron el riesgo y permitieron una excesiva concentración sectorial y territorial, las soluciones a corto plazo se basan en el uso del FROB y Fondo de Garantía de Depósitos, que son los instrumentos diseñados a este fin y a largo, trasladar las mejores prácticas a los distintos países y buscar una mayor integración en el mercado interior europeo.

Su conclusión final es que para fortalecer el sistema, al igual que se hizo en los 80, hay que buscar la apertura del mercado en lugar de caer en la compartimentalización territorial y en la creación de dos tipos de entidades dentro del sector.